“Esta fue la culpa de su hermana Sodoma: ella y sus hijas tenían orgullo, exceso de comida y próspera tranquilidad, pero no ayudaron al pobre y al necesitado”. (Ez 16, 48-49)

sábado, 28 de abril de 2012

“Tengo además otras ovejas que no son de este corral”

Domingo 29 - Domingo 4º de Pascua.

Hay una diversidad de comunidades de fe pero una solo hermenéutica, la de Jesús de Nazaret que nos libera de todas las tiranías, aún de la tiranía de la ira de Dios mismo.


PRIMERA LECTURA
Hech 4, 8-12

SALMO
Sal 117, 1. 8-9. 21-23. 26. 28-29

SEGUNDA LECTURA
1Jn 3, 1-2

EVANGELIO
Jn 10,11-18


Resucitó el buen Pastor, que dio la vida por sus ovejas y se entregó a la muerte por su rebaño. Aleluya.

El título de “buen pastor” no se aplicaba a los líderes religiosos sino que era una forma de designar la tarea y responsabilidad de reyes y funcionarios políticos diversos, y seguramente sonó muy extraña y escandalosa a los primeros oyentes ya que no estaban acostumbrados aplicar este título a quienes ejercían funciones religiosas.

Seguramente consideraron como una usurpación de tareas y mezclar el espacio secular con el religioso. Si bien ciertas espiritualidades cristianas han edulcorado tanto en imágenes como en conceptos este afirmación tomada del mundo político,  es importante retornar a su significado original y destacar que el núcleo del Evangelio tiene necesariamente que ver con el mundo político porque los grandes temas de los consensos sociales como justicia, equidad, inclusividad, forman parte esencial de toda proclamación de la buena nueva que anuncia y vive Jesús de Nazaret. Esa sed y hambre de justicia que siempre sobrepasa toda propuesta de gobiernos, partidos y estructuras políticas y las trasciende, es una de las marcas arriesgadas del anuncio del Reino y políticos y religiosos de ese tiempo comprendieron rapidamente el riesgo del crecimiento de una comunidad que asume esta perspectiva política y religiosa.

Esa preocupación por el bienestar de las ovejas lleva al buen pastor a arriesgar su vida por ellas. La cruz acompaña esencialmente el compromiso con la justicia, equidad y solidaridad en inclusividad. Buen pastor y cruz se unen en la tarea de asegurar toda paz fundada en la justicia y toda reconciliación construida sobre la verdad.

Este buen pastor conoce las urgencias de las ovejas  y ese conocimiento es puesto en el nivel de la intimidad de conocimiento que existe entre Jesús de Nazaret y el Dios del Reino.  Esa cercanía, intimidad, convivencia hace que haya un escucharse mutuamente en confianza.

Ser buen pastor es un riesgo porque su tarea principal es enfrentar los diversos lobos que las dominaciones y potestades comerciales, industriales y teológicas envían para confundir con sus muchas voces a las ovejas y a las personas amenazadas de diversas opresiones expresadas en estigmas y discriminaciones de muchos colores.

En oposición a pensamientos excluyentes y con tentaciones nacionalistas y de superioridad racial o hermenéutica, Jesús el de Nazaret, revela que en el plan de Aquel que es el Pastor de los pastores, hay otros rebaños, porque los rebaños son de múltiples colores cual un arcorisis. Es muy posible que al hablar de los otros rebaños el evangelista se refiere tanto a los gentiles, es decir aquellas personas y pueblos que los que se sentían elegidos miraban con desprecio y los consideraban diferentes, extraños y extranjeros. También es muy posible que se refiriera a otras comunidades cristianas diferentes a las formadas teológicamente por el círculo de Juan el evangelista.

Por otro lado, es importante para la construcción de una cristología liberadora asumir que la pasión es una consecuencia paradójica de ese anuncio a quienes los que se sienten dueños de la inclusividad les resulta una blasfemia. El buen Pastor entrega su vida, no porque hay una planificación estratégica divina que ya lo determinaba desde la eternidad sino que es producto de la libre interacción entre dos escuelas interpretativas de las escrituras que en Jesús de Nazaret se hace Palabra viva y encarnada. Hay una diversidad de comunidades de fe pero una solo hermenéutica, la de Jesús de Nazaret que nos libera de todas las tiranías, aún de la tiranía de la ira de Dios mismo.

Indudablemente las comuniones escandalosas de las mesas vividas y propuestas por Jesús de Nazaret van a causar murmuraciones y divisiones en quienes continúan apegados a los esquemas interpretativos del antiguo régimen, pero la fuerza liberadora de esas mismas comuniones se han adueñado de los procesos históricos que a través de tortuosos caminos siempre nos llevan a promover más inclusión, más libertad, más igualdad y más amplias comuniones. El Espíritu nos lleva cada día a ampliar nuestro concepto universal de todos los derechos, dignidades, identidades e inclusiones.

Resucitó el buen Pastor, que dio la vida por sus ovejas y se entregó a la muerte por su rebaño. Aleluya.

Tu bondad y tu gracia nos acompañan a lo largo de nuestras vidas.


Adaptación de Homilía de Lisandro Orlov, realizada en oración con personas con VIH.





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