“Esta fue la culpa de su hermana Sodoma: ella y sus hijas tenían orgullo, exceso de comida y próspera tranquilidad, pero no ayudaron al pobre y al necesitado”. (Ez 16, 48-49)

lunes, 22 de noviembre de 2010

¿Curas gays?

Como si no todos lo supieramos ya. Lo único que tengo que reclamarle a este teólogo es que sólo menciona a Europa y Estados Unidos, pero se olvida de América Latina y el resto del mundo, en donde también hay muchos sacerdotes homosexuales y que son los principales causantes de la homofobia. Creo que lo interesante e importante en esta cuestión es que Berger explica sus declaraciones desde su testimonio personal. Es bueno saber que los ultraconservadores también pueden abrir su corazón a la verdad que les ha dado el Señor.

Teólogo alemán atribuye la homofobia de la iglesia católica al elevado número de sacerdotes que reprimen su homosexualidad


22 de noviembre de 2010   Dos manzanas.
 
Según David Berger, teólogo católico alemán recientemente salido del armario, la homofobia de la jerarquía católica tiene sus raíces en el elevado número de sacerdotes que reprimen su propia orientación homosexual.
 
“Debe saberse que un gran número de clérigos y sacerdotes católicos, en Europa y Estados Unidos, tienen una inclinación homosexual”, ha afirmado Berger en declaraciones a la revista alemana Der Spiegel. “La peor homofobia viene precisamente de los sacerdotes homosexuales, que luchan contra su propia sexualidad (…) Obviamente, aquellos que siguen sus sentimientos son repudiados de la forma más feroz por los que reprimen tan dolorosamente esos mismo sentimientos”, explica.

Berger es un prestigioso teólogo, que llegó a ser director de la revista Theologisches, la publicación más importante del catolicismo conservador en Alemania. Entre 2003 y este mismo año ha sido profesor de la Academia Pontificia de Santo Tomás de Aquino de Roma. En julio pasado fue despedido tras reconocer públicamente su homosexualidad en un artículo publicado en el periódico Frankfuhrter Rundschau bajo el título No puedo callar más.

“Si alguien homosexual no se porta como las jerarquías eclesiásticas quieren, se sirven de la homosexualidad de dicha persona como forma de obtener su obediencia. Desde el punto de vista del poder, no hay nada mejor para un obispo que un cura que esconde con vergüenza su homosexualidad”, expresaba entonces Berger…

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