“Esta fue la culpa de su hermana Sodoma: ella y sus hijas tenían orgullo, exceso de comida y próspera tranquilidad, pero no ayudaron al pobre y al necesitado”. (Ez 16, 48-49)

jueves, 9 de septiembre de 2010

Protesta por despido de maestra lesbiana

Y así como hace no mucho denuncié el horrible acto que se cometió en México contra homosexuales en la Jornada Internacional de la Juventud, ahora mismo demuestro como también habemos jóvenes católicos que nos manifestamos a favor de la inclusión y la diversidad

08/09/2010
Alumnos de un instituto católico de Massachusetts protestan contra el despido de una profesora por casarse con otra mujer.

Christine Judd, jefa de estudios de un instituto católico de Springfield (una localidad de Massachusetts, en Estados Unidos), se ha visto obligada a abandonar su trabajo tras casarse este verano con otra mujer. Una boda que contraviene el ideario del centro. La decisión no ha gustado nada a los alumnos, que este domingo se manifestaron en contra.

Al parecer, la escuela no ofreció a Judd más salida que la renuncia “voluntaria”, si no quería ser simplemente despedida. La profesora, que ha abandonado el centro, está estudiando ahora sus alternativas legales (Massachusetts es uno de los estados en los que el matrimonio entre personas del mismo sexo es legal). Judd lleva en la escuela desde 1998, donde comenzó enseñando ciencias. Desde hace seis años es jefa de estudios y desde hace tres directora de deportes.

La escuela se ha defendido argumentando que Judd dejó el trabajo voluntariamente, aunque Mark Dupont, portavoz de la diócesis de Springfield, ha sido más claro, al manifestar que los profesores de la escuela deben comprometerse a seguir la doctrina y las enseñanzas de la iglesia, y que de hecho la profesora así lo aceptó en su momento. “La acciones llevadas a cabo este verano (en referencia a su matrimonio) violan el acuerdo que ella libremente aceptó”, ha dicho.

Algo con lo que no están de acuerdo muchos de los estudiantes de la propia escuela, que organizaron el domingo una concentración de protesta. “Cuando me enteré de que había dejado la escuela y de por qué lo había hecho, sentí rabia”, manifesta Martin Boyle, uno de los estudiantes. “Tienen trabajando a personas que están divorciadas y a personas que toman anticonceptivos, tienen a estudiantes que han quedado embarazadas, y no les obligan a marcharse. ¿Por qué deciden aplicar estos principios justo ahora?”, se pregunta. “Si se predica tolerancia, hay que practicarla (…) Es hora de que la iglesia progrese”, opina Alexandra Nicolai, otra estudiante. “No somos quienes para juzgar a nadie, sólo Dios todopoderoso puede hacerlo”, comenta por su parte otra alumna, Tatiana Flores.

Información de  Dos Manzanas

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